* Motricidad gruesa: Al golpear el tambor, el bebé fortalece los músculos de brazos y hombros, y desarrolla la coordinación mano-ojo.
* Desarrollo sensorial: Los colores brillantes, las diferentes texturas y los sonidos estimulan la vista, el tacto y el oído del bebé.
* Causa-efecto: El bebé aprende que sus acciones (golpear el tambor) tienen consecuencias (el tambor gira y produce sonidos), lo que fomenta su comprensión de la relación causa-efecto.
* Coordinación: Al seguir con la mirada el movimiento del tambor, el bebé desarrolla su coordinación visual y motora.